No es un logo, ni un escudo, es una cicatriz de una pelea. La de levantarse cada mañana a las 5 para practicar Jiu-Jitsu Brasileño. Enfermos de este arte marcial, se despiertan antes de que cante el gallo. En serio, a las 5 de la mañana. Algo así se merecía tener su propio grafismo.
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Concepto, dirección de arte, diseño gráfico e ilustración.
Cliente: Rapha Montenegro.
